El autor estudia aquí la personalidad del emperador Flavio Claudio Juliano, llamado «el Apóstata» por los cristianos. Se pone el acento en su labor intelectual y filosófica, muy superior a cualquiera de los hombres que le precedieron en el trono de Roma. La obra de Juliano es un claro alegato a favor del pensamiento tradicional pagano, y de las religiones que alimentaron la fe de los habitantes del Imperio Romano secularmente, hasta que «el triunfo del Cristianismo» entró en colisión con las mismas.
Santiago Montero Díaz (1911-1985) fue un historiador y profesor universitario español.